domingo, 28 de septiembre de 2014

{ fanfic. } HyoSeo [Girls' Generation] - Angel's Place: Capítulo 5.

Para mi segunda actualización de hoy, os dejo el esperado quinto capítulo de "Angel's Place", ojalá lo disfrutéis <3
Intentaré traer pronto el siguiente y hacerlo lindo y divertido, como debe ser una comedia romántica (?)

Nota: este será uno de los pocos capítulos en los que Hyoyeon actúe como narradora, más adelante puede que vuelva a hacerlo, depende de las locuras de Seohyun (?).


Capítulo 5.
20:08 PM

Se hizo de noche realmente rápido, casi ni me dio tiempo a darme cuenta de como la oscuridad envolvía el despacho prácticamente por completo.

-Hoy hicimos un buen trabajo, ¿no crees Seohyun?- asentí con rapidez, a pesar de que siempre nos esforzábamos al máximo, había sido uno de los días en los que todo parecía ir mucho mejor que de costumbre.

Me acomodé en la silla y, tras estirarme un par de veces, no pude evitar el quedarme mirando el gran reloj de pared que desde mis inicios siempre había estado sobre la puerta.

Por alguna extraña razón mis ganas de volver a casa eran prácticamente inexistentes, ¿sería porque sabía que me sería imposible estar tranquila? Suspiré fuertemente, provocando una gran preocupación en Yoona la cual lo mostró con tan solo una mirada.

-No te preocupes, tan solo es que estos días estoy algo más…¿Estresada?- realmente no sabía como expresarlo, ni con palabras y ni tan siquiera con gestos. Suspiré nuevamente y sin darme cuenta ya tenía a mi compañera bastante cerca.

-En tal caso creo que deberíamos salir a tomar algo para desconectar, ¿no crees?- con esa enorme y brillante sonrisa que ponía siempre jamás me hubiese sido posible negarme a nada por lo que asentí sin ni siquiera pensar en no hacerlo.

Me levanté enseguida de mi asiento y ambas nos pusimos a recoger un poco el despacho antes de coger todas nuestras cosas y dirigirnos hasta la puerta. Fue entonces cuando por mi cabeza pasaron los recuerdos de mis dos nuevas huéspedes, ¿qué haría con ellas? No podía llevarlas conmigo pero tampoco estaba segura de si pudiese dejarlas a solas durante la noche.

Suspiré nuevamente, esta vez en un tono más bajo para evitar que Yoona se preocupase una vez más de manera innecesaria. Me mantuve pensativa durante un rato hasta que al final decidí dejar a Hyoyeon y Yuri de lado por tan solo unas horas, ahora tan solo quería pasar un poco de tiempo con la mejor amiga que nunca había tenido.

-Hace mucho que no salgo por ahí así que dejaré que me guíes unnie- me sonrió de lado, de una manera tranquila, haciéndome ver que podía confiar completamente en ella aunque aun así tendría que mantenerme serena para evitar cualquier altercado posible.

Recuerdo como pasé al lado de Hyoyeon, sin dirigirle la palabra, como si no la conociese de nada. Realmente me dolió el ignorarla de aquella manera pero al ver como según me alejaba ella iba aumentando su sonrisa e iba haciéndome gestos para que dejase de preocuparme.
Enseguida le sonreí, de una manera veloz, y continué mi camino junto a Yoona, dispuesta a pasar una noche tranquila y llena de diversión.

PVO Hyoyeon
02:21 AM

No pude evitar preocuparme más y más a cada segundo que pasaba, debí haber ido con ella…
Me fue imposible mantenerme quieta un solo minuto, si le hubiese ocurrido algo habría sido completamente mi culpa por no hacer bien mi trabajo por una vez.

Fue entonces cuando el sonido de la puerta abriéndose me sacó de mis pensamientos casi de inmediato y sin tardar un solo instante me dirigí corriendo a la entrada, deseando que se tratse de Seohyun y no de Yuri que vení a molestarme, como siempre hacía.

-Ya estoy aquí noona- para mi suerte la dulce voz de Seohyun llegó hasta mis oídos incluso antes de que pudiese verla pero…¿No hablaba de una manera poco fluida? Y lo m´s importante, ¿por qué me llamaba noona?

-¡Ya era hora de que aparecieses! ¡Me tenías muy preocupada! ¿¡No podías haber llamado para avisarme!?- al fin llegué hasta un punto en que el pude observarla por completo, de arriba a bajo.

Pude ver como se tambaleaba y como su rostro se mantenía en un tono rojizo bastante intenso, con color similar al del vino. Para mantenerse en pie tenía la necesidad de apoyarse en una pared, ¿cuánto habría bebido?

-Lo siento muchísimo noona, se me fue el tiempo volando y no me fijé en la hora…¡No te enfades conmigo!- prácticamente se me echó encima o más bien tuve que cogerla como pude al ver como se tambaleaba hacia delante y por poco acababa en el suelo.

Suspiré al verla de cerca, nunca pensé que podría mostrarse tan vulnerable como entonces.

-Bueno, bueno, no te preocupes tanto, noona no se enfadará más contigo…- parecieron gustarle mis palabras puesto que sonrió casi de inmediato y me abrazó con todas las fuerzas que la quedaban que, por cierto, no eran muchas

-Te prometo que no volveré a salir sin ti noona...No me alejaré de ti…- se me quedó mirando fijamente, ¿realmente me estaría reconociendo? No tenía ni idea pero ahora eso era lo que menos me importaba.

Tenía que buscar una forma de llevarla hasta su habitación pero la gran cuestión era, ¿cómo iba a hacerlo? Decirlo es mucho más fácil que hacerlo…
Al principio intenté llevarla en mi espalda pero al poco tiempo me di cuenta de que sería imposible ya que con lo borracha que estaba y las locuras que podría ser capaz de hacer seguro que al final ambas acabaríamos tiradas en el suelo.

No me quedó otra opción que pasar uno de sus brazos por mi cuello para así tener la posibilidad de manejarla mejor aunque todo eso tan solo me serviría si ella mismo ponía un poco de colaboración.

-Te estuve añorando mucho noona…- a pesar de que al principio nos fue fácil avanzar, cuando llegamos al salón su mente de niña mimada salió por fin a la luz y de repente se paró en seco, sin más.

-Sí, sí, yo también te eché mucho de menos, pero ahora vayamos a la cama, ya es tarde y tienes que descansar…- no pareció gustarle la idea de ir a dormir puesto que tras mostrar un acentuado puchero se tiró en el sofá, llevándome a mí consigo.

Cuando quise darme cuenta ambas estábamos allí tiradas, y sin saber como ella acabó sobre mí, mirándome fijamente, prácticamente sin inmutarse por la situación en la que nos habíamos metido.

-Eres realmente hermosa noona…- tragué saliva y me sonrojé levemente nada más escuchar sus palabras, ¿de qué otra forma podía reaccionar ante algo como aquello? En tan solo un momento perdí la compostura totalmente.

Nos miramos en completo silencio durante unos escasos minutos que a mí me llegaron a parecer horas, las mejores horas de toda mi larga vida como ángel.

-Escucha Seohyun...Mañana tienes que volver al trabajo, y no querrás llegar tarde…¿Por qué no vamos rápido hasta tu habitación? No querrás que el señor Choi se enfade contigo otra vez…- negó varias veces, al final me ha sido de ayuda averiguar cosas sobre su trabajo y sobre la gente con la que trabaja.

Me costó bastante levantarme pero más difícil fue el levantarla a ella puesto que ya había comenzado a sentirse cansada realmente. Y aquí se acabó toda mi suerte.
Gracias a mis “poderes sobrenaturales” pude levantarla aunque no sabía cuanto podría aguantar con ella en brazos por lo que intenté darme la máxima prisa posible.

La dejé sentada en la cama enseguida y me paré a descansar unos minutos, aquello había acabado prácticamente con todas mi fuerzas, por lo menos dormiré a pierna suelta.

-Gracias por ayudarme noona…- levanté la cabeza y le topé con sus ojos, mirándome fijamente una vez más, aunque esta vez se trataba de una mirada mucho más dulce y tranquila, la típica suya.

Le sonreí sin llegar a darme cuenta, esta es la Seohyun de siempre que a mí me gusta.

-No te preocupes cielo, ya sabes que por ti haría siempre lo que sea- le di un pequeño beso en la frente y le acaricié la cara con suavidad.

Me fijé en como el sonrojo de su rostro aumentaba aunque esta vez se trataba tan solo de la zona de las mejillas. Solté una pequeña risa ante su comportamiento, así si que estaba realmente linda.

-Noona…- pasó sus brazos por mi cuello y nuestros rostros quedaron a la misma altura. -Saranghae, noona…- ahora fui yo la que se sonrojó, ¿de qué otra forma podría reaccionar ante aquello?

Se me acercó un poco más y a los pocos segundos posó suavemente sus labios sobre los míos, sin duda el mejor beso que me habían dado jamás.

-También te quiero Seohyun…- ¿en serio dije aquello? En aquel preciso momento no me fijé demasiado en lo que decía pero por suerte nadie lo había escuchado por lo que no tendría que preocuparme mucho por ello.

Me sonrió levemente y me besó en la nariz, un beso realmente tierno que me encantó, aunque no más que el anterior, ni por asomo se acercaba.

-Que descanses noona…- la ayudé a tumbarse y a los pocos segundos se quedó profundamente dormida, ella parece más el ángel que yo…

Estuve a su lado un buen rato, viendo como dormía, pero al final decidí dejarla sola para que pudiese descansar lo máximo posible, no sin antes poner el despertador a la hora en la que despertaba siempre.

PVO Seohyun
09:42 AM

Me desperté con desgana y con un terrible dolor de cabeza, ¿por qué tuve que decirle que sí a Yoona? Debo aprender a decirle que no a esa sonrisa…

Tardé unos minutos en incorporarme en la cama mientras intentaba recordar lo que ocurrió la noche anterior, sin éxito alguno. ¿Tanto bebí anoche?

-No pienso salir de noche nunca más…- me levanté con mucho cuidado y fui hasta el baño para darme una ducha, a lo mejor así podría despejarme un poco antes de volver al trabajo.

Al entrar en el baño me pareció escuchar el ruido del agua caer, ¿tal vez alguna de  mis nuevas “compañeras” estarían aseándose? Justo antes de que cruzase el umbral de la puerta aquel sonido terminó y cuando al fin estuve dentro no pude evitar sonrojarme, sobresaltarme y todos los sinónimos posibles a aquellas reacciones.

-¿¡Se puede saber qué haces!?- una Yuri muy tranquila me miró como si nada, tan solo llevando una pequeña toalla, la cual acentuaba todo su cuerpo.

-¿Yo? Tan solo me estaba dando una ducha, ¿acaso creías que los demonios no necesitamos arreglarnos?- salí casi corriendo de la habitación, con la cara totalmente roja y sin saber qué hacer después de haber visto eso.

Me senté en la cama, mirando al suelo en todo momento, hasta que al fin escuché como mi demonio salía del cuarto. Suspiré completamente aliviada y fui de vuelta al baño para darme al fin aquella esperada y relajante ducha.

Pasados unos 15 minutos al fin estuve lista por lo que salí de mi cuarto y fui directamente hasta el salón de donde provenía un olor realmente estupendo.

-¿Qué es eso que huele tan bien? Espero que no se trate de mi cocina ardiendo…- escuché una particular risa tras mi comportamiento, una dulce y agradable risa.

-Como he visto que siempre te vas sin desayunar he decidido hacerte algo rico, espero que no te importe el que haya revuelto tu cocina- cuando al fin le vi la cara tuve que devolverle la sonrisa enseguida puesto que mis instintos me lo ordenaron casi de inmediato.

-No te preocupes, agradezco lo que has hecho por Hyo~unnie- aumenté el tamaño de mi sonrisa y acto seguida me senté a la mesa para contemplar con mayor claridad todo lo que mi ángel me había preparado.

Había tantas cosas que por un momento mi mente colapsó de felicidad absoluta, ¿por donde se suponía que podía empezar? Al final me decanté por coger un poquito de todo y ordenarlo de una manera totalmente espontánea.
Mientras disfrutaba de aquel festín pude notar la atenta mirada de Hyoyeon, la que parecía estar especialmente feliz aquella mañana, ¿a qué se debería?

Iba a preguntarle cuando me di cuenta de la hora que era, si no me daba prisa volvería a las andadas de llegar tarde y el señor Choi ya me dejó bien claro que a la próxima me echaría a la calle por lo que recogí un poco la mesa y la cocina y fui hasta la entrada, llevándome una parte del desayuno para ofrecérselo a Yoona junto a su café de siempre.

-¿Saldrás esta noche de nuevo Seohyun?- no sabía qué contestar, ¿tal vez sí? No tenía ninguna intención de repetir la travesía de anoche pero quien sabe si Yoona y su hipnotizante sonrisa me obligarían a repetir.

-No estoy segura aunque lo más seguro es que no- noté como se entristecía sin más, ¿es que había dicho algo malo? Le habría preguntado pero ya casi no me quedaba tiempo por lo que cogí mis cosas y me dirigí a la oficina, con mis dos okupas pisándome los talones.

Por suerte para mí el autobús llegó justo después que nosotras por lo que enseguida nos pusimos en marcha.

Una vez llegamos al edificio en donde se encontraba mi oficina, tanto Yuri como Hyoyeon se pararon en seco y me miraron en completo silencio, esperando a que entrase y pudiesen ir a hacer lo que hiciese cada una mientras me esperaban.

Estuve a punto de entrar hasta que me fijé en como Hyoyeon apartaba la mirada, como si estuviese triste, ¿por qué? Normalmente me despediría con una sonrisa pero esta vez no, y me iba a ser imposible dejarla así.

-Ey, unnie…- cuando me miró le mostré mi sonrisa más sincera y sin darme cuenta le di un pequeño beso en la nariz, acción que provocó que sonriese, se sonrojase levemente y se le iluminase la cara en general.

-No te esfuerces más de lo necesario, ¿vale?- le asentí de manera animada y volví hasta la puerta, no sin antes despedirme de Yuri con la misma frase de siempre, “no te metas en líos”.

Subí hasta la tercera planta, donde se encontraba mi despacho compartido, con unas ganas enormes de ofrecerle a Yoona el riquísimo desayuno que mi ángel había preparado con todo su cariño.

-¡Buenos días Yoon~Ah!- para mi sorpresa, al abrir la puerta no me encontré con absolutamente nadie, ¿dónde se habría metido mi compañera? Me extrañó mucho puesto que siempre había llegado bastante antes que yo, ¿tal vez se quedó dormida por nuestra fiestecilla de anoche?

Supuse que no tardaría mucho en venir por lo que dejé mis cosas sobre mi mesa y me senté con tranquilidad, al menos hasta que escuché la puerta cerrarse.
Sonreí enseguida y me giré sin tardar nada pero al ver de quien se trataba realmente todo se me vino abajo.

-¿Qué haces aquí de nuevo Sooyoung?- siempre había sido muy...Vale, sí, muy pesada, pero ya se estaba pasando bastante con su comportamiento. ¿Por qué no te olvidas de mí de una maldita vez?

-Ya deberías saberlo: quería verte- escuché el sonido del pestillo de la puerta, ¿nos había encerrado allí dentro? Comencé a asustarme y casi como si tuviese un resorte me levanté de un salto, quedando frente a ella, que me miraba de una manera despreocupada y feliz.

-Escucha Sooyoung, lo nuestro terminó hace mucho así que, ¿por qué no te vuelves a ir y me dejas tranquila?- cuando quise darme cuenta, la más alta me dejó sentada en la mesa, ¿desde cuando tenía tanta fuerza?

Todo comenzó a asustarme más y más, ¿qué estaba haciendo? ¿Qué pretendía con todo aquello? Quería y no quería saberlo al mismo tiempo.

-Ya sabes que tú eres la única para mí Seohyun, y no pienso dejarte ir tan fácilmente…- se me acercó muchísimo a la cara mientras que sus manos recorrían la parte superior de mis piernas de una forma suave y delicada aunque para nada agradable para mí.

-Sooyoung, para de una vez…- negó rápidamente con la cabeza.

-Lo siento querida Seo, pero ya no puedes hacer que me eche atrás…-

1 comentario:

  1. Kawais..! Me muero con tu capitulo, esta realmente bueno :33
    Soy tu fan ahora

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